El rol de las provincias en la I+D

Siempre hablamos del Estado nacional pero… ¿qué rol les toca a las provincias en el sistema de CyT? La experiencia de Sao Paulo puede tener algunas cosas que enseñarnos.

En 1962 el gobierno estadual funda FAPESP, la Fundación de Apoyo a la Investigación del Estado de São Paulo. Se encarga de dar becas y subsidios para instituciones (públicas y privadas) y empresas radicadas en São Paulo. Por ley el Estado tiene que invertir el 1% de sus ingresos en I+D. Esto es un presupuesto más que interesante teniendo en cuenta que es el estado más rico de Brasil con una economía que representa un tercio del PBI del país. São Paulo tiene dos de las universidades más importantes de Latinoamérica y 34 institutos tecnológicos. La mitad de los papers de Brasil salen de este estado y supera en producción científica a todos los país de América Latina.

¿Cuál fue el efecto de esta inversión pública constante en el tiempo? Que los privados comenzaron a invertir y hoy representan más de la mitad de la inversión en I+D en Sao Paulo. Desde hace 20 años FAPESP lleva adelante un programa para transferir los desarrollos de las universidades a las pequeñas empresas.

Según Nature: “En 2016, Brasil invirtió 79.2 mil millones de reales (cerca de US$20 mil millones de dólares) en I+D. En 2017, el estado de São Paulo solo invirtió 25.8 mil millones de reales en I+D, más de la mitad de los cuales vinieron directamente del sector privado. De acuerdo con los indicadores oficiales, más científicos trabajan en laboratorios privados que en las universidades.”

En Argentina los avances han sido mucho más tímidos. Podemos destacar algunos avances en provincias como Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.

La Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) de la Provincia de Buenos Aires que fue creada en 1956. Este ente se encarga de financiar becas, salarios de investigadores y personal de apoyo y subsidios a la investigación. Además cuenta con institutos de investigación propios y asociados.

En la provincia de Santa Fe, durante la gobernación de Miguel Lifchitz, se creó el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. En 2017 aprobaron la ley 13742 que establece un aumento gradual del presupuesto en ciencia hasta llegar al 0.5% en 2021. Además establece la elaboración de un Plan Estratégico para el área. Sin embargo, el gobernador Lifschitz vetó los artículos referidos a financiamiento. La legislatura luego rechazó el veto pero en la práctica no se aplicó.

En Córdoba, la suma de los distintos programas del MinCyT provincial en el presupuesto 2019 me da que va a invertir 275 millones de pesos este año. En 2019, un poco más de la mitad de estos fondos (157 millones) correspondían al CEPROCOR.

La ciudad autónoma de Buenos Aires (CABA) aprobó en 2007 la ley 2511 de Ciencia, Tecnología e Innovación. Esta ley crea diversos organismos como el Consejo de Ciencia, Tecnología e Innovación y el Gabinete de Ciencia, Tecnología e Innovación y estipula que la autoridad de aplicación debe implementar el Plan Cuatrienal de Ciencia, Tecnología e Innovación. Sin embargo, con el posterior arrivo del PRO al gobierno de la ciudad la ley nunca se aplicó completamente. En la actualidad, a pesar de ser el distrito más rico del país, no cuenta con una agencia de promoción científica y tecnológica.

El ejemplo argentino emblemático de inversión provincial en CyT sin dudas es INVAP. Esta empresa que pertenece al gobierno de Rio Negro emplea a más de 1300 personas y abarca áreas como la construcción de centrales nucleares, satélites y radares, entre otros.

En la conversación en Twitter, Fernado Peirano (presidente de la Agencia I+D+i entre 2019 y 2023), plantea otra cuestión muy interesante y es que no solo se necesita de más presupuesto sino de una nueva división de tareas entre nación, provincias y municipios. “En mi impresión, cuando el Estado Nacional se fortalece, las provincias se desinflan. Y viceversa. Hay sustitución más que complementación. Esto vale con las grandes.”

Actualización de 2023: el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030, aprobado como ley en 2023, introduce una serie de innovaciones en la gestión de la ciencia y la tecnología. Una de ellas son las Agendas Territoriales que se focalizan en temas estratégicos del desarrollo social y productivo de cada jurisdicción. Lo más interesante es que estas agendas fueron propuestas por las provincias y no impuestas desde el gobierno nacional y que su implementación la realizarán las agencias regionales de ciencia y tecnología.

Referencias

Nature, 2018. How science supports São Paulo

Originalmente publicado como hilo en Twitter.